Un rugido tranquilo el del silencio, un murmullo imperceptible el sonido de la ausencia, resta los pasos al camino la mirada de unos ojos salvajes desde lejos... allá a lo lejos.
Desvíos aparentes me confunden aunque crezca derechito, aun así bien parado y caminando a pecho inflado sigo desde adentro... porque hoy me doy cuenta que el miedo es como el contenido de una vacuna: Como prevención te puede hasta salvar la vida, pero como enfermedad... para qué aclarar si todos saben lo que sigue... y no es que nadie nunca se haya curado.
Hoy sigo encarando aunque las patadas duelan, y no me tiro porque en este partido nadie te cobra falta... la pelota al ras y los pies sobre la tierra, aunque para tocar el cielo siempre hay que pegar algún que otro salto incierto, a veces para esquivar el guadañazo y a veces para cabecear la suerte esquiva... no por miedo a perder, es solo que alguna vez, aunque sea una vez quiero ganar.
Desde lejos me ven, me escudriñan y no saben que soy. Me han visto caer de pecho al suelo, y caminar cojeando... me han visto llorar mis lágrimas y fregármelas yo mismo... me han visto ahogar mis risas y guardármelas solo para no adelantarme... me he cortado mas de una vez y mas de una vez he sangrado... he perdido mil veces y al menos una he ganado. Solo se que aun me siguen mirando y restan pasos al camino desde lejos, ojos salvajes como los que yo mismo tengo...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario