jueves, 3 de junio de 2010

Ojos salvajes

Un rugido tranquilo el del silencio, un murmullo imperceptible el sonido de la ausencia, resta los pasos al camino la mirada de unos ojos salvajes desde lejos... allá a lo lejos. 
Desvíos aparentes me confunden aunque crezca derechito, aun así bien parado y caminando a pecho inflado sigo desde adentro... porque hoy me doy cuenta que el miedo es como el contenido de una vacuna: Como prevención te puede hasta salvar la vida, pero como enfermedad... para qué aclarar si todos saben lo que sigue... y no es que nadie nunca se haya curado.
Hoy sigo encarando aunque las patadas duelan, y no me tiro porque en este partido nadie te cobra falta... la pelota al ras y los pies sobre la tierra, aunque para tocar el cielo siempre hay que pegar algún que otro salto incierto, a veces para esquivar el guadañazo y a veces para cabecear la suerte esquiva... no por miedo a perder, es solo que alguna vez, aunque sea una vez quiero ganar.
Desde lejos me ven, me escudriñan y no saben que soy. Me han visto caer de pecho al suelo, y caminar cojeando... me han visto llorar mis lágrimas y fregármelas yo mismo... me han visto ahogar mis risas y guardármelas solo para no adelantarme... me he cortado mas de una vez y mas de una vez he sangrado... he perdido mil veces y al menos una he ganado. Solo se que aun me siguen mirando y restan pasos al camino desde lejos, ojos salvajes como los que yo mismo tengo...

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